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Además de estas medidas de seguridad, el INE ha cerrado el paso al mal uso que se puede dar a la documentación electoral. En las elecciones de 2018, por ejemplo, fueron robados 14 paquetes electorales54 y corrió el rumor de que las boletas sustraídas serían marcadas y utilizadas en otras mesas de votación. Sin embargo, las boletas no pueden ser usadas en otros distritos pues están plenamente identificadas. Los campos de su ubicación son prellenados para evitar que se utilicen en otro lugar. El INE reimprimió las boletas robadas y selló cada una en el dorso, además de que fueron firmadas por los funcionarios de casilla y los representantes de los partidos políticos. Al final, no hubo problema alguno y en esas casillas la votación ocurrió sin incidentes.

ELECCIONES VIGILADAS

Las elecciones de 2018 fueron no sólo las de mayor número de ciudadanos votando y contando los votos, sino también las más vigiladas.

Los partidos políticos tuvieron 1 247 780 representantes el día de la jornada electoral. Gracias a ello, el 99.3% de las casillas contó por lo menos con un representante de partido o de candidato independiente. La coalición encabezada por el PAN tuvo presencia en 93% de las casillas, la coalición de Morena en 89% y la del PRI en 95%. Asimismo, en el 97.4% de las casillas hubo al menos dos representantes de partidos distintos y en el 80.05%, de tres partidos políticos diferentes que competían entre sí.


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