Читать книгу La democracia a prueba. Elecciones en la era de la posverdad онлайн
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La clave de la confiabilidad del padrón electoral en México ha sido la transparencia y claridad en los procedimientos que sigue el Registro Federal de Electores: cada ciudadano debe hacer directa y personalmente su trámite, llevar su acta de nacimiento y alguna identificación o dos testigos para darse de alta y se requiere de un documento como el acta de defunción, la notificación del registro civil del fallecimiento de un ciudadano o una sentencia judicial para dar de baja a un elector. A esto se suma la vigilancia permanente de los partidos políticos: existe una Comisión Nacional de Vigilancia, así como 32 comisiones locales –una por cada entidad federativa– y 300 comisiones distritales de vigilancia del padrón electoral. En los últimos años, el avance técnico y la inversión de recursos públicos en herramientas tecnológicas ha permitido, además, hacer cruces de fotografías y de huellas dactilares para evitar que una misma persona pueda tener más de una credencial para votar con fotografía con distintos datos.