Читать книгу La democracia a prueba. Elecciones en la era de la posverdad онлайн
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La decisión de tomar como base el censo y no el padrón electoral tiene sentido: si bien la elección recae en los mexicanos mayores de edad, que son quienes conforman el padrón, la representación del Poder Legislativo es de toda la población, de la totalidad de los habitantes.
Al quehacer de asignar los distritos electorales federales, que históricamente correspondió al IFE y luego de la reforma de 2014 recayó en el INE, se le agregó el deber de actualizar la geografía distrital electoral en las entidades federativas. Ésa fue una de las nuevas atribuciones del INE, que entre 2016 y 2017 se dio a la tarea de trazar un nuevo mapa distrital en cada entidad federativa, labor que implicó superar rezagos de años, incluso décadas en ciertos estados, donde había distritos con población varias veces mayor a la de otros, lo que distorsionaba la representación política.
En las siguientes páginas se detallan las características más relevantes del padrón electoral y de la lista nominal, y se exponen algunos de los hallazgos de estudios de especialistas que analizaron la calidad y consistencia del censo de electores. Finalmente, se explica en qué consistió la redistritación federal y local que permitió garantizar una representación adecuada en términos poblacionales.