Читать книгу Los centros de protección específicos de menores con problemas de conducta онлайн

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No obstante ser claro el razonamiento del legislador, puede no resultar tan clara la aplicación de la norma porque no todos los menores que tienen conductas disruptivas o disociales recurrentes o transgresoras han sido diagnosticados por los facultativos especialistas en salud mental y detrás de tales conductas puede existir un problema de esta índole. La frontera puede no resultar clara.

Cuando el Defensor del Pueblo realiza su informe en 2009 sobre los centros para menores con trastornos de conducta que habían ido creándose sin un soporte normativo específico, entiende que, en ocasiones, se está utilizando este acogimiento residencial especializado para situaciones que deberían atenderse en el ámbito de la salud mental a través de un tratamiento ambulatorio: “Ante la imposibilidad de hallar asimismo un recurso intermedio de salud mental en el que atender al menor en régimen ambulatorio, hay ocasiones en las que los padres llegan a solicitar a la Administración que se haga cargo de esos niños cuyas conductas son incapaces de controlar, aún a riesgo de perder la tutela sobre ellos. Y pueden acabar incluso planteando una demanda ante el Ministerio Fiscal o el Juzgado, o bien formulando una queja al Defensor del Pueblo”ssss1.

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