Читать книгу Los centros de protección específicos de menores con problemas de conducta онлайн

62 страница из 136

Se evidenció, no sin alarma, cómo funcionaban algunos de los centros, cuyos proyectos iban destinados específicamente a esta población. Se aprobaron reglamentos de convivencia rigurosos. Se comprobó que existían celdas de aislamiento (sin ventilación ni comunicación y cuya utilización no tenía motivación alguna), se administraban fármacos (pero sin atender las prescripciones establecidas en la Ley 41/2002, de 14 de noviembre, básica reguladora de la autonomía del paciente y de derechos y obligaciones en materia de información y documentación clínica), se utilizaba la contención física (vulnerándose el derecho fundamental a la integridad física y psicológica) y el derecho a la participación de estos menores en su proyecto personal era nulossss1.

Desde el punto de vista normativo la disparidad también era y es constatable. De hecho, en algunos casos ni tan siquiera se preveía le ingreso de estos menores en centros especializadosssss1. Y cuando expresamente existía un precepto relativo al ingreso de estos menores nos podíamos encontrar tres escenarios: bastaba con la emisión de una resolución motivada por parte de la Administración, debiendo ser comunicado el Ministerio Fiscalssss1; se exigía el previo consentimiento del menor y de sus responsables parentales y en caso de no existir se solicitaba la autorización judicial pertinentessss1; o la Administración solicitaba directamente la autorización judicial directassss1.

Правообладателям