Читать книгу Los centros de protección específicos de menores con problemas de conducta онлайн

61 страница из 136

Se advirtió que cuando los padres solicitaban apoyo se topaban con la inoperatividad o descoordinación de las instituciones educativas y sanitarias, lo que llevaba a las familias a recurrir a la entidad pública de protección para ceder la guarda e ingresar a sus hijos en un centro especializadossss1.

Desde luego, lo anterior fue poniendo de manifiesto un panorama desalentador en relación a estos menores que, además, había que contextualizarlo desde la perspectiva de nuestra organización territorial y la asunción de competencias por parte de las Comunidades Autónomas en el desarrollo del sistema de protección de menores y en la gestión de estos recursos, en virtud del art. 148.1.20.° de la Constitución Española. Ello aparejó, a su vez, que las distintas autonomías establecieran su propia legislación en materia de protección de menores.

En este sentido, cabe señalar que, si bien en un primer momento la legislación autonómica de protección de menores no tuvo en cuenta la situación de los menores con problemas de conducta, posteriormente sí se contempló, pero con puntos de vista bien distintos. Mientras en una Comunidad Autónoma se ponía el acento en la conducta antisocial del menor, en otra se hacía en relación a la situación de inadaptación o sobre los graves problemas de socialización. Incluso, dependiendo de cada Comunidad Autónoma, las acciones de prevención y asistencia podían ser asumidas por la Administración autonómico directamente o ser derivadas a los Servicios Sociales municipales de Atención Primaria. Ello trajo consigo que se adoleciera de una respuesta adecuada a las necesidades propias de este colectivo, a pesar de los distintos proyectos que se aprobaban y desarrollaban. No se tenía en cuenta la diversidad de perfiles a los que se tenía que atender. A ello se unía que la derivación al centro residencial venía condicionada en función de las vacantes existentes en el momento del ingreso, no en virtud de las necesidades de cada menor. Así, ni tan siquiera existió una planificación previa por parte de la Administración que atendiera a las necesidades de estos menores: existieron numerosos centros, proyectos, profesionales diversos, sin que existiera una homogeneidad, incluso en la propia Comunidad Autónoma. De hecho, en relación a los sistemas de trabajo en las mismas autonomías se podían distinguir distintos métodos de trabajo (sistema de puntos asociado a premios y privilegios o recompensas o proyectos individualizados), aunque todos ellos buscaban la formación integral para que el menor pudiera lograr su nivel óptimo de suficiencia individual y socialssss1.

Правообладателям