Читать книгу Espiados. Un agente: Marcelo D'Alessio. Un juez: Alejo Ramos Padilla. El poder argentino, en jaque онлайн
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La legisladora de la ciudad de Buenos Aires Paula Oliveto y la diputada del Mercosur Mariana Zuvic, ambas de la Coalición Cívica, realizaron una denuncia que cayó en el Juzgado Criminal y Correccional Federal N° 11, a cargo de Claudio Bonadio y en la fiscalía de Gerardo Pollicita. Las diputadas aseguraban que había una “operación política” contra el fiscal Carlos Stornelli pergeñada por “presos kirchneristas”. De manera fortuita, vaya si algunos tienen más suerte que otros, a Elisa Carrió le había llegado un “anónimo” con la transcripción de escuchas telefónicas desde la cárcel entre Roberto Baratta, exsecretario de Coordinación de Planificación Federal durante el kirchnerismo, y otro exfuncionario K, Carlos Zelkovicz. También de Eduardo Valdés, exembajador ante el Vaticano, con Juan Pablo Schiavi, exsecretario de Transporte kirchnerista, condenado y preso por la tragedia de Once. De la última conversación surgió el nombre “Operativo Puf”, utilizado mediáticamente para hacer referencia a la flamante causa.