Читать книгу Espiados. Un agente: Marcelo D'Alessio. Un juez: Alejo Ramos Padilla. El poder argentino, en jaque онлайн
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La nota, con errores de ortografía, una narración confusa y vetusta, y sin ninguna prueba fehaciente, bien podría haberse desestimado. Pero Stornelli actuó bajo su lógica, tomó el escrito y realizó la denuncia. Esta cayó en el Juzgado Federal N° 9, a cargo de Luis Rodríguez, bajo el número 1341/2019. Se escribieron ríos de tinta al respecto. La bala ya estaba disparada.
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Durante dichas jornadas, los medios de comunicación se fueron diseminando respecto de las causas y comenzaron su propia partida de ajedrez. Por un lado, un juez de un lejano pueblo bonaerense estudiaba una extorsión en curso realizada por un hombre verborrágico que aseguraba actuar en nombre de Carlos Ernesto Stornelli. Por el otro, una denuncia que encabezaba Lilita Carrió con escuchas ilegales de presos K. Si bien la partida recién comenzaba, ciertas características daban a entender que lo que tenía entre manos Ramos Padilla era jugoso, de lo contrario “la fiscal de la República” no se hubiera metido y apostado tan fuerte.