Читать книгу Más allá de las caracolas онлайн

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Después hizo el mismo recorrido que yo había hecho por su cuerpo hasta encontrar también mi sexo. Me es imposible describir con palabras las sensaciones que ella provocaba en mí. Cuando estaba a punto de estallar de placer, volvió a reptar hacia arriba hasta que sentí sus pezones sobre mis pechos y en un movimiento rápido elevó una de mis piernas, apretándose contra mí hasta que sentí su clítoris contra el mío. Nos movimos cadenciosamente, una y otra vez, hasta que nuestra excitación se tornó en una exaltación sensorial y en un estremecimiento que recorrió nuestros cuerpos. Tuve una sensación de vértigo. Seguimos besándonos, abrazadas y con las piernas entrelazadas, hasta que una sensación de paz me inundó totalmente.

Nunca había sido tan feliz. Quería detener el tiempo, quería eternizar aquellos instantes igual que los que captaba en mis fotografías. Sentirla allí, a mi lado, y notar sus dedos recorriendo mi piel me hacía enloquecer y devolverle sensualmente cada caricia. Experimentaba su ternura y se desbordaba la mía. La quería tanto… No podía controlar mi emoción y sentí las lágrimas en mis ojos. Nina se dio cuenta, me abrazó y besó con ternura mis labios, a la vez que susurraba:

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