Читать книгу Más allá de las caracolas онлайн

103 страница из 126

Nos abrazamos con fuerza, Nina buscó mi boca y volvió a colocar su pierna entre las mías, frotándola contra mi sexo. Esta vez fue ella quien me dio la vuelta, me apretó contra la pared y comenzó a acariciarme. Sus manos sobre mis pechos, después sus labios. Siguió masajeándome con su pierna para seguir con su mano, que buscó también mi sexo, acariciándolo hasta que el incendio que tenía dentro de mi cuerpo estalló, haciéndome alcanzar el clímax más increíble que había tenido en mi vida.

Continuamos besándonos durante un rato más hasta que Nina me separó con dulzura.

—Ven, salgamos de aquí.

—No —dije apretándome de nuevo contra ella—. Quédate un rato más, por favor.

Tomó con su mano mi mentón y me besó en los labios.

—Se han ido. No hay nadie.

—¿Se han ido? —pregunté con incredulidad.

—Sí, hace un rato.

—Pero… ¿por qué no me lo has dicho antes?

—Porque no me has dado tiempo —respondió tras soltar una carcajada.

Me cogió de la mano y volvimos a la piscina. Después del tiempo que habíamos permanecido debajo del agua fría de la cascada, a pesar de nuestros calores, agradecimos el baño y la agradable temperatura del agua. Tras nadar unos minutos, Nina se tumbó en la rampa y yo, a su lado, continué acariciándola. Besé sus pies, sus piernas, sus muslos y mi boca buscó su sexo, que rocé con mi lengua, sintiendo que la pasión me hacía arder de nuevo. Ella separó mi cabeza, me atrajo hacia arriba y me besó.

Правообладателям