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¿Qué se puede decir de todo esto? Bueno, nada más y nada menos lo mismo que he venido comentando anteriormente, una gran dificultad asociativa para ganar junto al otro, si no soy yo delante, ninguno de los dos va, o me muestro solo o nadie se muestra, ¡Fuerte!

Me tomé un momento para respirar sin recobrar el aliento, me sentía agotado, sin energía, derrotado y con una sensación de rabia contenida, pero sin fuerza para sacarla, inclusive con unas ganas inmensas de llorar, había perdido, me había dejado inestable, le había dado lo que siento que ella quería, así que yo había sido derrotado.

Y miren esto tan interesante, “había perdido”, “había sido derrotado”, ¿cuál era la lucha?, ¿hay que pelear siempre por cualquier cosa que llegue a la vida?, ¿es la rabia el camino a tomar? Es interesante encontrar lo que sucede con el exceso de rabia, nace el agotamiento emocional, la “derrota”, un paso claro a ser la víctima, como si aquí comenzara un camino de esconderme a no ser, a esconderme dentro del caparazón, a no volver a salir, ¿Vuelvo a esconderme y seguir planeando que hacer? ¿Me escondo detrás de un caparazón de dolor para maquinar algo en contra de otros?

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