Читать книгу Incursiones ontológicas VII онлайн
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Pero cuando la situación lo amerita, sale la víctima, el del cuerpo flojo, de mirada baja, de ánimo decayendo y con una actitud de tristeza y resignación que genera lástima o dolor.
En estos dos estados nace en mí una sensación, o de injustica hacia mi o de justicia a buscar de mi parte; los dos buscando la manera que con las consecuencias mencionadas pueda ser visible de alguna forma, así es que este ciclo se repite y se repite hasta que soy visible, me ven con miedo y, por consecuencia, hay temor hacia mí, o me ven con lástima, hago sentir culpable al otro para que venga y me vea, que esté a mi lado.
Este es el proceso que llevo desarrollado hasta ahora, buscando opciones para que esta conducta tenga un desarrollo diferente, he notado que hace falta en mí “compasión” para no tener que entrar en estados coléricos que hagan que mi ser se sienta como se siente, esto conectado con “El Amor Propio” ese amor que me va a permitir no buscar ese reconocimiento por fuera, el que me permitirá reconocer que conmigo mismo en muchas ocasiones, basta y sobra para sentirme acompañado y feliz, el que puede acompañarme y estar a mi lado para evitar entrar en ese ciclo doloroso, además de entender que hay caminos asociativos, de compañía apoyo y colaboración mutua, el estar y hacer todo solo no traerá una ganancia importante y rica en la vida como lo puede hacer el trabajo en conjunto, el justo medio.