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¿Y en dónde vi por primera vez la soberbia? ¿Por qué ha estado tan fuertemente insaturada en mi comportamiento como persona? ¿Qué se sentía ser soberbio? ¿Qué pensamientos llegan a mí sí me paro desde la definición de soberbia? ¿Qué se logra con la soberbia? Estas y muchas más preguntas nacen al ver todos estos significados, pero en un principio se preguntarán: ¿Si lo que apareció en el ejercicio de los juicios negativos fue la arrogancia, la soberbia qué hace acá? Bueno, el arrogante lo conocía, lo había habitado plenamente y sabía que había una persona valiente, pero briosa, gallarda pero soberbia, y fue justo aquí donde comencé a cuestionarme, como lo hice anteriormente, y al poder reconocer su significado, que se abría una puerta que mostraba el apetito voraz por deslegitimar, minimizar al otro y así ser el preferido de todos, por no poder acompasar el dolor ajeno y sentir esa magnificencia que se hacía ver desde el fuego, un fuego doloroso y violento, un fuego que hacía daño, pasando por encima de los demás.

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