Читать книгу Un rayito de luz para cada día онлайн

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No se dieron por vencidos. Subieron al techo y, haciendo un hueco, lo bajaron lentamente hasta los pies de Jesús, quien le dijo: “Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa” (Mat. 9:6). Inmediatamente, “él se levantó, tomó su camilla y salió caminando a la vista de todos” (Mar. 2:12). ¡Sí! El paralítico inmóvil salió caminando. ¿Quién hizo la diferencia?

Magaly

26 de febrero


De lo simple a lo extraordinario

“Si saludan solo a sus amigos, no hacen nada extraordinario. ¡Hasta los que no creen en Dios hacen eso!” (Mateo 5:47, TLA).

¿Acostumbras ser cordial y bondadoso con todos? ¿O solo eres amable con tus amigos? El saludo es un gesto universal de cordialidad. La forma de hacerlo depende de la costumbre de cada lugar, pero siempre será un acto de bondad hacia los demás.

Quiero contarte la historia de un hombre que trabajaba en una fábrica de alimentos. Su trabajo consistía en empacar productos congelados. Entraba y salía de un gran congelador. Un día, terminando su horario de trabajo, entró al congelador para colocar los últimos paquetes. Mientras, apurado, ordenaba los productos, tras de él se escuchó “bum”. ¡Oh, nooo!

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