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Nuestra vida espiritual se parece un poco a esto de volar a ciegas. En este mundo no vemos con claridad, y podemos confundirnos muchas veces. Pero, si con los ojos de la fe miramos nuestros “instrumentos de vuelo”, podemos estar seguros de que volaremos a salvo por el cielo de nuestra vida.

Cinthya

20 de enero


Duke

“Si tuviereis fe como un grano de mostaza, [...] nada os será imposible” (Mateo 17:20).

Cada mañana me levanto rápido pues quiero ver la fiesta que hace Duke cuando me ve. Si le pongo agua y comida, ¡hasta me lame las manos!

Hacía tiempo, mucho tiempo, que quería un cocker. Es una raza que me encanta, con sus orejas largas y sus dulces ojos. Pero me había prometido a mí misma que no lo compraría. Esperaría a adoptar uno que realmente necesitase de mí, tanto como yo de él.

Un día apareció una foto de un perrito blanco y marroncito claro en adopción. ¿Podría ser? Estaba medio borrosa. Concreté el encuentro y cuando lo vi, ¡fue amor a primera vista! Era cariñoso y tímido. Le pregunté a sus dueños cómo se llamaba y me respondieron: “Duke”; y Duke, pues, quedó. Ya ha viajado con nosotros por todos lados. Duerme mucho y le encanta andar en auto. Todos los que lo conocen lo aman, especialmente mis cuatro nietitos.

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