Читать книгу Micky Ondas, un goleador de otro planeta онлайн

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Ver imágenes en aparatos antiguos como un televisor no lo ayudaría en la búsqueda de datos para tu tesis. La realidad estaba afuera de ese pequeño hogar, así que tomó su mochila, su móvil y salió a esa pequeña ciudad a buscar signos de “la pasión”.

Caminó por las calles vacías, vio diferentes especies de

árboles, pájaros de todo tamaño y color e insectos que surcaban la brisa que iba calentándose a medida de que el sol se asomaba con más fuerza. También notó que los pocos humanos con los que se cruzaba no observaban nada de eso. Era lógico: para él era todo un descubrimiento y ellos daban por descontado que todo eso existía. Calculó que esas cosas no les despertaban a las personas la suficiente atracción como para frenar y observarlas. Y mucho menos “sentimientos desbordantes”…

Continuó su caminata, todo era monótono, calmo, silencioso.

Decidió emprender el regreso a su hogar, haciéndose preguntas lógicas sobre dónde encontraría la información que necesitaba. Cuando llegó al portón que conducía a su departamento, este se abrió de repente y una niña pequeña salió con una bicicleta y una mochila. Al verlo, lo saludó:

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