Читать книгу Micky Ondas, un goleador de otro planeta онлайн
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La información del noticiero cambió a otra clase de noticias y entonces tomó la decisión: con esos pocos datos podía empezar su tesis.
Se sentó frente a la mesa y con sus manos abrió frente a sí, en el aire, una pantalla led, una pequeña pizarra rectangular con fondo azul brillante y marco dorado. Moviendo sus dedos hacia ella, como haciendo pases mágicos, salpicó ese fondo con signos de diversos colores y luminosidades, tal como si estuviera armando un rompecabezas. Colocó varios de esos signos, algunos aquí y otros allá, luego volvió a mover sus manos y la pizarra luminosa se cerró.
–Bien, empecé mi tesis –le anunció a Juan el asistente.
–¿Con qué? ¿Con esas imágenes de terrestres corriendo detrás de un balón? Es una variable insignificante.
–Es un comienzo –le contestó, pensando en que no debía darle tantas explicaciones–. Mira, acabo de llegar a la Tierra y ya he comenzado a recopilar datos. ¿O tienes una idea mejor para empezar?
Juan el asistente pensó y negó con la cabeza; luego, tras un gesto de su mentor, volvió a meterse en su mente.