Читать книгу Micky Ondas, un goleador de otro planeta онлайн

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Saltó una pequeña cerca que circundaba el campo y fue hacia donde un muchacho de su equipo le mostró la portería, por lo que buscó en sus archivos mentales cuáles eran las acciones que un arquero debía realizar.

Fútbol, fútbol… solo encontró el reglamento del deporte. Era obvio que en Tac nadie había evaluado que tal vez él jugaría al fútbol. Pensó en llamarlo a Juan el asistente para ver si podía decirle algo. Pero todavía podía escucharlo buscando el tutorial para andar en bicicleta: “Capítulo 346.499… aquí no está”.

Fue hacia el arco sin saber qué hacer, con su OSS atrapando una gran variable de sentimientos: incertidumbre, alegría, temor, pero sin poder expresarlo.

Se paró con su metro cuarenta de estatura en la línea del arco: su única herramienta para afrontar este reto era el reglamento. Sacó conclusiones y entendió que el balón no debía entrar en la portería, pero ¿cómo hacerlo?

Mientras el partido se reanudaba, como buen tac, estudió los movimientos de los jugadores, hasta que, de pronto se escuchó:

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