Читать книгу 100 Clásicos de la Literatura онлайн

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¿Conque Sir Walter y su hermana se han marchado, señorita Ana? ¿Y en qué parte de Bath cree usted que van a radicarse?

Y esto sin prestar mucha atención a la respuesta. En cuanto a las dos muchachas, agregaron solamente:

-Me parece que este invierno iremos a Bath; pero acuérdate, papá, de que si vamos, tendremos que vivir en un buen lugar. ¡No nos vengas con tus Plazas de la Reina!

Y María, ansiosa, comentó:

-¡Caramba, pues sí que voy a lucirme mientras todos ustedes se van a divertir a Bath!

Ana determinó precaverse de allí en más contra semejantes desilusiones y pensó con intensa gratitud que era un don extraordinario gozar de una amistad tan sincera y afectuosa como la de Lady Russell.

Los señores Musgrove tenían sus propios afanes; vivían acaparados por sus caballos, sus perros y sus periódicos, y las mujeres estaban pendientes de todos los demás asuntos del hogar, de sus vecinos, de sus trajes, de sus bailes y de su música. Ana encontraba muy razonable que cada pequeña comunidad social dictase su propio régimen, y esperara convertirse en poco tiempo en un miembro digno de la comunidad a que había sido trasplantada. Con la perspectiva de pasar dos meses por lo menos en Uppercross, se esforzaba por dar a su imaginación, memoria e ideas un giro lo más uppercrossiano posible.

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