Читать книгу Seguir soñando historia. Una nueva antología de relatos онлайн

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– Basta ya – apuntó la madre a la hija – te pido, una noche más, que desciendas el camino y lo vuelvas a retomar mañana al reflexionar.

Sorprendentemente la niña hizo caso y tomó el camino descendente. En un momento fugaz ya no se divisaba su figura ni siquiera a lo lejos.

El hombre salió de su perplejidad y se encaró con la madre:

– No deberías dejarla hablar así, tan hiriente, sobre todo con desconocidos. Es demasiado pequeña para ello. No ha conseguido hundirme porque no era más que una niña y yo soy fuerte, tan fuerte como el único de los hombres que va a llegar a esa cima. Tampoco tú podrás impedírmelo.

La madre pareció ignorarle y se puso a caminar hacia la escalinata final a la cota más alta de la montaña. Sus pasos parecían contarse por zancadas de gigantes. El hombre, al verlo, se puso ciego de ira y cuando le había sacado cierta ventaja, trató de correr hacia la mujer advirtiendo:

– No podrás hacerlo antes que yo ¡es mi sueño y sólo mío!, nadie podrá vencerme a mi… – de repente se oyó un traspiés y el hombre se encontró que el camino se había desgarrado y abierto a un precipicio que la noche ocultaba. Sólo una fina rama de arbusto le servía para agarrarse.

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