Читать книгу ¿A dónde van las estrellas cuando mueren? онлайн

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—Después de parir, You, esa serpiente abandonó a su bebé sin derramar una sola lágrima y se echó de nuevo a la mar. ¡Esa cobarde! —Silva se veía cada vez más cabreado—. Luego fue a visitar a Jack a su celda para restregarle su miseria en la cara. Y, un buen día, Jack fue misteriosamente encontrao muerto en su celda a golpe de espada. «Misteriosamente», dicen los cínicos. Todo el mundo sabe cuáles fueron las últimas palabras de Boon para su amante…

—¿Y cuáles fueron? —le he preguntado, parando de masticar mi tomate seco, con la boca abierta.

—«Lamento verte así, Jack, pero si hubieras luchao como un hombre, ahora no tendrías que morir como un perro».

La verdad es que como historias no están mal; reconozco que Silva es todo un cuentacuentos. Ahora me lo imagino contando sus historias en una vieja librería de barrio, asustando a un pobre grupo de niños inocentes y espantando a las mamás y a los papás que no sabrían cómo interrumpir para agarrar a sus hijos del brazo y sacarlos corriendo de allí. Pero creo que desearía no tener que compartir barco con la protagonista de sus cuentos, la verdad…

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