Читать книгу Un despropósito ecuatorial. Volumen I онлайн

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Miguel de Unamuno escribió sobre los bubis desde Salamanca en 1920:

…su filosofía paradójica de no invocar a Rupé, el genio del bien, del que dicen que nada tienen que temer puesto que su bondad es infinita, y sí a Morimó, el genio del mal, que es a quien temen.

No son palabras enteramente suyas, sino que las tomó prestadas de José Más Laglera -quien parece haber hecho una burda lectura cristiana de la cosmovisión indígena- al hacerle el prólogo a su novela En el país de los bubis.124 Fernando Ballano se equivoca en su libro al ubicar este prólogo de Unamuno en 1931. En realidad lo escribió once años antes.

Volviendo a los bubis, un lugar relevante para ellos es una cascada preciosa que cae directamente sobre la playa desde la selva de Ureka, en el sur de la isla. Un paraje magnífico al que para llegar era necesario andar unas diez horas por el bosque …hasta que al gobierno fang se le ocurrió encargar a los chinos, con el dinero del petróleo, una carretera que permite aparcar el coche casi debajo del salto de agua. Dicen que fue porque la ministra de turismo tuvo interés en construir allí un negocio.

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