Читать книгу Un despropósito ecuatorial. Volumen I онлайн

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Como estrategia para asegurar la extensión de la fe y bla, bla, bla, la Real Sociedad Geográfica -que a saber qué tendría que ver en todo esto- propuso distribuir el territorio entre las diversas órdenes religiosas. Conforme a Gustau Nerín:

…algunos claretianos proponían la creación de pueblos cristianos dirigidos por misioneros en los que los conversos fang vivieran según la moral cristiana y se dedicaran al cultivo del cacao (una especie de paraíso terrenal con vocación chocolatera).141

Pese al sarcasmo -y aunque no lo cita-, de lo que el autor está hablando es del influjo del modelo de las reducciones del Paraguay. Cacao en lugar de yerbamate, fang en lugar de guaraníes, claretianos en lugar de jesuitas. Pero el siglo XX no era ya lo mismo que el XVIII…

Saltemos de asunto.

Una de las principales preocupaciones de la colonia -por razones obvias, les iba la vida en ello- siempre fue controlar la malaria (lo sigue siendo: una organización americana tiene un programa de 25 millones de dólares para la prevención del paludismo en la isla -al continente en cambio nadie parece prestarle demasiada atención-). Traigo esto a colación porque Ramón y Cajal, que acababa de recibir el premio Nobel hacía solo tres años, organizó en 1909 una expedición a Guinea para estudiar el paludismo. Participó en ella uno de sus hijos.

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