Читать книгу Un despropósito ecuatorial. Volumen I онлайн

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La edición mexicana dice al respecto:

El aire de Valencia ha traído hasta nosotros ´La Insignia´ de León Felipe. El viento del Anábuac, sonoro de entusiasmos, quiere multiplicarla.

Y añade, aclaratoria:

…el día 7 de noviembre de 1936 los ejércitos mercenarios del fascismo internacional se abalanzaron sobre Madrid. León Felipe se aprestó al combate, blandiendo sus armas: el viejo lápiz con el que más tarde escribió ´La Insignia´. Y con él levantado sobre su cabeza blanca de apóstol corrió desesperado por el Paseo de la Castellana, al encuentro de su hora. Ahí, erguido junto a la Cibeles, solo, bajo ´los cielos implacables´ el Poeta elevó su imprecación. Entonces fue el milagro. Los invasores NO PASARON.

Un texto militante. Intenso.

Para los que no estén familiarizados con el verbo contundente de Felipe Camino vale la pena reproducir un fragmento de La insignia:

De aquí no se va más que a la muerte o a la victoria.

Todo me hace pensar que a la muerte.

No porque nadie me defiende

sino porque nadie me entiende.

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