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León Felipe

Entre los encantos que seducen en la figura de León Felipe -que son muchos- a mí hay tres que me provocan una franca admiración.

El primero es un permanente empeño en decir las cosas alto y claro. Hace años me referí a ello en unas rimas:

Todo es viejo y se repite,

lo dijo ya León Felipe

en aquel poema que narra

cómo le gritaba a Franco

´¡te dejo mudo!´ iracundo.

Fue ´español de éxodo y llanto´

-no, ´españoles por el mundo´-

…y lo acabó Blas de Otero:

´nos quedamos la palabra´.

A ellos, les queda el dinero.210

El segundo consiste en haber sido él mismo permanentemente un verso suelto, no sujeto a las condiciones que las circunstancias le imponían.

Cuentan que en julio de 1947 le invitaron a participar en Buenos Aires en un acto organizado por el 10º aniversario del Congreso de Intelectuales Antifascistas y que Rafael Alberti quedó horrorizado al escucharle decir en su intervención: …hoy América Latina está gobernada por dictadores y prostitutas (eran los tiempos de Juan Domingo Perón y de Evita, que ejercían de anfitriones).

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