Читать книгу Un despropósito ecuatorial. Volumen I онлайн

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Como se trataba de diamantes había un estricto control para salir de la mina. Nos escanearon hasta el polvo de los zapatos (previamente habían sellado de manera minuciosa todas las aberturas de las cámaras de fotos) e hicimos cola para ser revisados en un pasillo decorado con fotografías de empleados -como los del mes en Mc Donalds- que estaban presos por haber intentado llevarse algo para ellos. Me llamó la atención que como utilizan maquinaria pesada y nada sale de allí la mina tenía el aspecto de una inmensa chatarrería. Eso sí, hablamos de Namibia y entre los montones de hierros viejos recuerdo haber visto chacales y orix. Preciosos.

El origen de África del Sudoeste -lo que los cubanos y la SWAPO55 ayudaron más tarde a convertir en Namibia- se remonta a la compra de terrenos a un jefe nama por el comerciante alemán Adolf Lüderitz. En 1883. Luego los alemanes exterminarían no solo a los nama, sino también a los herero. Culminaron la tarea en la batalla de Waterberg. En el año 2009 me tocó participar en Swakopmund como testigo, junto a la representante de la Unión Europea, de la negociación entre Alemania y Namibia sobre las compensaciones por el genocidio.

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