Читать книгу Un despropósito ecuatorial. Volumen I онлайн

48 страница из 198

Muchos de esos documentos han sido recopilados y difundidos por Ceiba Ediciones en un esfuerzo magnífico apoyado hace años por la cooperación española a través de sus centros culturales.60 Una contribución a una esquina de la tan reivindicada memoria histórica que sin embargo parece no interesar a nadie.

Dice Fernando Ballano -y debe de ser verdad- que Guinea Ecuatorial estaba en aquella época tan aislada que los vaivenes políticos de la península apenas llegaban más que como ecos amortiguados.61 Ni siquiera el sistema canovista del turno pacífico de partidos le afectaba gran cosa.

De vuelta con la iglesia

En 1883 arribaron por fin a Fernando Poo los claretianos. Lo hicieron acompañados por las hermanas concepcionistas. Destacó enseguida entre ellos la figura del padre Juanola (como las famosas pastillas Juanola -que solo son de unos años después, de 1906-; no estoy seguro de si continúan existiendo, pero aquellas cajitas de regaliz evocan uno de los sabores de mi infancia). Juanola procuró la aproximación a los bubis y visitó en varias ocasiones a su rey Moka.

Правообладателям