Читать книгу Un despropósito ecuatorial. Volumen I онлайн

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El otro suicidio próximo fue el de Antonio, un paciente al que yo acompañaba muy de cerca en el centro de reinserción psiquiátrica en el que trabajé durante siete años. Se disparó un tiro en la cabeza. Como Jover.

Trabajé como sostén

de psiquiatras y de locos,

queriendo ayudar un poco

a evitar el manicomio

…todo fue bastante bien

hasta el suicidio de Antonio.89

Ocurrió en 1992. Aparentemente Antonio estaba respondiendo muy bien en su proceso de rehabilitación. No había en su historial clínico un riesgo más elevado que en el de otros muchos pacientes con los que entonces convivimos, y no hubo nada -o no supimos verlo- que nos alertara de sus propósitos.

Agradecí siempre calladamente a su familia que no nos hiciera ningún reproche. Conocían a su hijo y sabían del riesgo.

El riesgo. Basaglia en su momento había advertido de que solo se puede desmanicomianizar -vaya palabra- corriendo riesgos.90 Eso tiene relación con la reflexión de una argentina -Jimena Mantilla- que ha investigado cómo en psiquiatría la mayor parte de los estudios se centran en los costes o en los diagnósticos, pero que rara vez alguien se detiene a analizar la manera en que son decididos los ingresos.91

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