Читать книгу Un despropósito ecuatorial. Volumen I онлайн

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Pasé unos días inquieto,

obcecado en aquel duelo

y en ese drama rural.

Busque el relato completo.

No fue un deceso inmediato

ni tampoco un arrebato

de pasión adolescente.

Se abandonó al desconsuelo

tras semanas de hospital.

Debió de ser muy consciente.

Sin querer dramatizar;

nadie puede asegurar

que jamás, en un segundo,

se le desmorone el mundo

como a Gloria le ha ocurrido.

Por eso es un sinsentido

administrarnos la vida

-´recuerde el alma dormida

avive el seso y despierte´-

sin considerar la muerte.

El fin, permanentemente

merodea alrededor,

¿una decisión valiente?

Fue un acto perturbador.96

El suicidio siempre es perturbador. Y así lo fue la muerte de Pedro Jover y Tovar.

Quién sabe qué tuvo en la cabeza el diplomático de Almería el día que agarró la pistola en su camarote del vapor Rabat, pero debió de ser algo más que el despecho patriótico por la mala negociación de los intereses españoles en la selva del Muni, ocurrida un año y medio antes.

Lo cantaba Silvio Rodríguez en relación a otro barco, el Playa Girón: ¿hasta dónde sabemos?

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