Читать книгу Desórdenes. Volumen III онлайн

85 страница из 146

Payán era una institución en la izquierda mexicana. Había sido senador por el PRD y antes de fundar La Jornada había escrito en El Machete (el periódico del Partido Comunista Mexicano) y en Unomásuno.

Con él y con Verónica Velasco, la mujer de Epigmenio, deciden montar entre los cuatro una productora propia para hacer trabajos independientes. La llamaron Argos Comunicación.

A finales de diciembre de 1993 reciben el soplo de lo que se avecina en Chiapas y alguien les sugiere que vayan con las cámaras. Cuando el primero de enero el Subcomandante Marcos rompe la baraja del TLC en San Cristóbal de las Casas58 y presta su cara (su voz y su pasamontañas, quiero decir) al movimiento insurgente indígena, las de Argos son las únicas cámaras profesionales presentes.

Epigmenio y Hernán son también los primeros que logran entrevistarle en la selva Lacandona. Utilizan para ello un teléfono satelital. Realizado el contacto, los zapatistas les permiten filmar en las áreas que controlan. Fruto de ese trabajo en septiembre de aquel año se estrena el documental Viaje al centro de la selva. Argos ya es conocida.

Правообладателям