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Quién sabe qué disputas hubo, o cuáles fueron las razones o lo hartazgos profundos de Hernán, pero se apartó en silencio justo en el momento en que todo el mundo se aproximaba al FMLN como moscas a la miel.
Millonario descreído
Tenía 38, apenas conocía a nadie en México, era sumamente feo, no tenía dinero y recién salía de haber pasado once años enmontañado, peleando por empujar lo que se acababa -a medias- de conseguir.
Parece que pidió dinero prestado y buscó alojamiento en Distrito Federal.
Si damos un salto en el tiempo lo encontramos pocos años más tarde convertido en un magnate millonario de la comunicación. ¿Cómo ocurrió?
Lo primero que Hernán debió de hacer fue buscar a Epigmenio Ibarra y éste le ofreció que trabajaran juntos. Había estallado la guerra de Yugoslavia y volvieron a reportear. Viajaron hasta Belgrado. Cubren parte del conflicto en Bosnia -en unos lugares finalizaba la barbarie mientras que en otros apenas estaba por comenzar-. Vendieron imágenes a CNN y a la BBC. Epigmenio escribía crónicas para El Nacional. Le presentó a Carlos Payán y Hernán comienza a hacerlo para La Jornada.57