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La evolución que tuvo la guerra es bien conocida. En el 89 el FMLN echó toda la carne al asador con una nueva ofensiva que puso en jaque al gobierno, el ejército decidió asesinar a los jesuitas y EEUU les obligó a negociar. Hay que recordar que fue también el año de la caída del muro de Berlín.

La guerra finalmente tendía a acabar. Y lo hacía en tablas.

Firmaron la paz el 16 de enero de 1992

…en el castillo mexicano de Chapultepec. Por cierto, los invitados de honor que salieron en la foto de aquella fiesta fueron Carlos Andrés Pérez, Carlos Salinas de Gortari y Felipe González. Es curioso, porque muy pocos años después el primero acabaría preso, el segundo prófugo de la justicia y el de más acá cuestionado por la guerra sucia (y el sello de caucho empleado por los GAL para reivindicar sus atentados fabricado en la imprenta del propio Ministerio del Interior). Como para fiarse de las presidencias de las ceremonias de honor.56

Aquel día ocurrió además algo inesperado -que, claro, pasó inadvertido-. En medio de la euforia del momento y cuando en San Salvador un sector muy importante de la población se disponía a recibir como héroes a los comandantes rebeldes, Hernán decide que se acabó para él y no regresa. No hubo argumento alguno capaz de hacerle cambiar de idea.

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