Читать книгу Estrategias de coaching ejecutivo. De la práctica a la teoría онлайн

53 страница из 91

La única manera de cambiar es haciendo. No basta con cambiar el chip en la mente. Si el chip no se manifiesta en el cuerpo, en las acciones, nunca va a aparecer traducido en los resultados.

Hablar con transparencia y honestidad. Estamos construyendo las bases de una relación de confianza. No tiene sentido ocultar o evitar temas relacionados con los compromisos asumidos en el acuerdo de coaching. Para nosotras, en cuanto esta premisa se rompe, se ve impactada la relación coach-cliente y hay que revisar nuevamente los términos del acuerdo. Este es un punto en el cual el coach puede declarar terminada la relación.

Que nuestros clientes sean transparentes con nosotros nos permite comprenderlos y cuidarlos si se sienten vulnerables. Ser honestos y transparentes, para nosotras es básico en la conversación de coaching, inclusive si el cliente dice: “No me gusta tu estilo de coaching” o “No me gusta cómo me coacheas, quiero tener otro coach”, porque todos tenemos derecho a elegir. Que un cliente tenga opciones, o que nosotros seamos capaces de decirle al cliente: “Mira, yo tengo un estilo que es directo”, “Tengo un estilo que tiene humor” o “Tengo un estilo que a veces es un poco imperativo, ¿te gusta ese estilo?”. “No, mira, yo prefiero un estilo más amoroso, más tranquilo.” “Bueno, entonces yo no voy a ser el tipo de coach que va a favorecer tu proceso de coaching y tu proceso de aprendizaje. Puedes elegir otro.” Retirarnos con dignidad, no perder energía en caer bien va a facilitar el proceso de coaching. Y nosotros también elegimos. Si sentimos que no coincidimos con los valores de ese cliente, ni con su ética, podemos retirarnos y recomendarle otro coach sin ningún problema.

Правообладателям