Читать книгу Dimelo cantando онлайн

52 страница из 120

No tiene ningún derecho a opinar sobre mi vida. No después del daño que le hizo a mi hermana. Ahora la situación de la banda es un completo desastre y es culpa suya. Actúo como si las cosas fueran bien entre nosotros para ahorrarnos problemas, pero no lo aguanto más. Me saca de quicio. No sabe cómo funcionamos Megan y yo porque ya no hablamos sobre ello.

Ni sobre nada, en realidad.

Por eso no sabe que Megan es justo lo que necesito. Puede que al principio me molestase que saliera con otros chicos, pero acabé acostumbrándome; a fin de cuentas, fue lo que acordamos. Técnicamente, yo también podría liarme con cualquier otra chica, pero no quiero estar con nadie más. Sería demasiado arriesgado. Megan es simpática y no muestra demasiado interés por mi vida o mi música. Me va bien con ella. Punto.

Al escucharme, Mason me taladra con la mirada, aunque, como siempre, se achanta al ver que no rompo el contacto visual. Cuando se deja caer en el sofá, no distingo si está dolido o cabreado. Seguramente ambas. De todas formas, me da igual. Cojo la guitarra y, como si no hubiera pasado nada, de nuevo intento componer.

Правообладателям