Читать книгу Dimelo cantando онлайн

48 страница из 120

Necesito innovar y crear una melodía radical que cale en quien la escuche. Ahora tenemos fans que nos mandan cartas y se saben de memoria nuestras canciones. Cada día me da más miedo no ser lo suficientemente bueno. Decepcionarlos. De algún modo, tengo que demostrarles que estoy a la altura.

Los chicos no saben lo mucho que me preocupa el tema. Suficientes problemas tenemos ya como para que ahora descubran que su vocalista tiene crisis existenciales. A veces me pregunto si de verdad sirvo para esto. Puede que solo tuviera suerte en el instituto. Quizá escribí todas esas canciones porque las llevaba dentro y ahora me he quedado vacío.

¿Y si soy una de esas promesas que se hunden después de sus quince minutos de fama? ¿Y si estoy destinado a caer en el olvido? ¿Y si, después de todo, la música no es lo mío?

Porque si lo es, ¿por qué no puedo componer?

—Tómate un descanso, ¿quieres?

Me apetece contestarle que cierre la boca, pero me callo por no discutir. En el fondo, sé que cuando me presiono no me sale nada bien. La última canción que escribí así fue «Encontrarte» y fue un gran fracaso. Tres minutos de ruido que nadie soporta. Otro golpe más para mi autoestima, supongo.

Правообладателям