Читать книгу Dimelo cantando онлайн

43 страница из 120

—Casi dos años —dice, y es más que suficiente. La culpabilidad me oprime los pulmones.

—Lo siento mucho.

—Sam y yo discutimos con Alex cuando nos bloqueaste. Pensamos que había sido culpa suya.

—No tuvo nada que ver —le aseguro, aunque no sea del todo cierto. No soporto pensar en que se pelearon por mi culpa—. Ha dejado de escribir, ¿verdad?

Finn clava sus ojos en los míos, como si buscase entender cómo he llegado a esa conclusión, pero no tiene mucho misterio. Conozco a Alex. No puede dejar de lado la música y, si 3 A. M. lleva tanto tiempo sin lanzar nuevas canciones, tiene que haber una buena razón.

—Todo es un desastre, Holland —confiesa finalmente—. Jeff lleva meses esperando a que le entreguemos algo que no tenemos. No entiendo por qué no es capaz de sentarse en una silla y componer. Los demás lo hemos intentado, pero no somos tan buenos como él.

—¿No podéis presentar vuestras antiguas canciones? A mí me gustaban.

—Lo haríamos si nuestro vocalista estuviera dispuesto a cantarlas. Alex está convencido de que no son lo suficientemente buenas. Anoche tocamos «Mil y una veces» por primera vez en meses y solo porque el dueño del pub nos amenazó con echarnos si volvíamos a tocar «Insomnio». Llevábamos dos semanas con la misma canción.

Правообладателям