Читать книгу Dimelo cantando онлайн

39 страница из 120

Mi asombro debe de ser muy evidente, porque Finn comienza a reírse en cuanto nos quedamos a solas.

—¿Qué, tú también quieres un autógrafo?

—¿Estás de broma? Ha sido alucinante. —Señalo al fan con el dedo, sin disimular—. Ese chico sabía quién eras, Finn. Es una pasada.

Sonríe al verme tan emocionada. Se encoge de hombros para restarle importancia.

—Tenemos muchos seguidores en Instagram y casi un millón de suscriptores en YouTube. Me habrá reconocido de alguno de nuestros vídeos. Aquí entre nosotros, me extrañaría no ser el favorito de la mayoría de nuestros fans.

—Me alegro de que os vaya bien con la banda —admito. Si las circunstancias fueran otras, le habría soltado un buen «¡te lo dije!».

—Ahora tenemos representante, ¿sabes? Se llama Jeff. No somos su prioridad porque lleva a bandas mucho más famosas, pero siempre saca tiempo para tocarnos las narices. —Otro camarero nos trae nuestros cafés y un par de dulces y Finn espera a que se marche para continuar—: Hay una discográfica que podría estar interesada en firmar con nosotros. Jeff quiere que les presentemos un nuevo álbum antes de marzo.

Правообладателям