Читать книгу Dimelo cantando онлайн

44 страница из 120

Las escribió para mí y ahora no solamente se niega a tocarlas en público, sino que, además, piensa que no están a la altura.

—¿Cómo está? —pregunto, aunque no estoy segura de querer saber la respuesta.

—En general, creo que bien. Si quieres saber cómo se quedó después de verte ayer, no tengo ni idea. No hemos hablado esta mañana.

—¿Así que no sabe que estás aquí?

—No, he venido por mi cuenta. Soy quien lleva las redes sociales de la banda. Me tomé que nos siguieras como una indirecta. Di por hecho que querías solucionar las cosas.

—Y quiero —aclaro rápidamente.

—Que Alex no pueda escribir no es el mayor de nuestros problemas. Cada vez vamos a peor. A este paso nunca firmaremos con la discográfica y no será por falta de canciones, sino porque no tendremos banda. —Posa sus ojos sobre los míos—. Te he llamado porque necesito que me ayudes a arreglarlo.

—¿A qué te refieres con que no tendréis banda? —pregunto, mientras siento que el pánico me invade las entrañas.

Me pasé un año en Mánchester creyendo que tenían una vida perfecta, ¿y ahora resulta que no es así? ¿Cómo de insostenible debe de ser la situación para que Finn crea que este podría ser el final de 3 A. M.?

Правообладателям