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Dejo la guitarra en el suelo y me estiro al levantarme. Llevo tanto tiempo sentado que tengo los músculos engarrotados. Cojo el móvil para ver mis mensajes.

—Hazme un favor y no le respondas a Jeff —me pide Mason. Se refiere a nuestro representante, que nos presiona continuamente para que le mandemos nuevas canciones.

—Soy un experto en ignorar a Jeff.

En efecto, aunque me ha mandado varios mensajes, ni siquiera los leo. Paso directo a los que me interesan. Cuando entro en nuestro chat, veo que me ha enviado una fotografía en la que aparece ella sujetando una cámara de fotos.

Megan

Ocupada. Otro día.

—Megan no vendrá esta noche —digo tras bloquear la pantalla.

—Qué pena.

—Al menos podrías fingir que te cae bien.

—¿Para qué? Todos sabemos que no es así. Ella incluida.

—Puede que por eso no quiera venir.

Suelta una risita irónica que me saca de mis casillas.

—Si pensar eso te hace sentir mejor…

Pongo los ojos en blanco.

Mason la detesta desde que se la presenté. No creo que tenga ningún problema con Megan en sí, sino que, más bien, está en contra de la relación que tengo con ella. A mí me gustaría que por lo menos intentaran tolerarse, pero se ve que es mucho pedir. Él no puede mirarla sin poner mala cara y, con el tiempo, Megan ha acabado tratándolo de la misma forma.

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