Читать книгу Dimelo cantando онлайн

46 страница из 120

Alex

Todavía no me acostumbro a componer con la guitarra.

Me echo hacia atrás en el sofá y pruebo unos acordes con la mirada perdida en el techo, pero no doy con nada que suene bien. Normalmente, cuando me siento a escribir ya tengo una idea de cómo será la canción. A pesar de que a veces la música toma el control y termino creando algo muy diferente a lo que esperaba, por lo general, la inspiración está presente desde el principio.

Ahora no, ya no queda rastro de ella.

Resoplo frustrado. Tumbado en el sofá contiguo, Mason aparta los ojos de su móvil para mirarme. Se ha pasado las últimas dos horas criticando todas mis ideas. Su sinceridad no me molestaría si al menos pusiese algo de su parte, pero ni siquiera ha cogido la guitarra. Como siempre, soy quien se ocupa de la parte más complicada de estar en una banda.

Charlar con los fans, firmar autógrafos y recorrer escenarios le gusta a todo el mundo, pero ¿estrujarse los sesos para componer? Eso ya es otra historia.

—Suena como «Insomnio» —comenta, sin dejar de mirar su teléfono, cuando por fin doy con una combinación que me gusta.