Читать книгу Dimelo cantando онлайн

34 страница из 120

—¿Así que vas a seguir ignorándome ahora que estás en la ciudad?

Eso me sienta como un puñetazo en el estómago. Tiene razón; no dejo de cometer los mismos errores. ¿Y si esta es la única oportunidad que tengo de solucionarlo?

—Ahora te mando mi dirección —cedo y, otra vez, me da la impresión de que sonríe.

—Genial. Te recojo en diez minutos.

Finn cuelga el teléfono.

Suelto el aire que retenía en los pulmones. Dios santo. Vale.

Agendo su número nuevo y le envío mi ubicación por WhatsApp. Responde con un sticker de un perro bailando que me habría hecho gracia en cualquier otra ocasión, pero ahora mismo lo único que puedo pensar es que dentro de diez minutos tendré que enfrentarme a ellos, cara a cara, tras haberlos ignorado durante año y medio. Quizá tenga suerte y Finn venga solo. Por mi bien, espero que así sea.

Me calzo unas deportivas y me seco el pelo. Cojo las llaves, el móvil y algo de dinero, por si acaso, y envío un mensaje a Chloe para avisarla que voy a salir. Después me siento en la cama y espero, inquieta, hasta que un claxon suena en la calle. Bajo al vestíbulo, me despido de Dolly con una sonrisa y salgo de la residencia.

Правообладателям