Читать книгу Dimelo cantando онлайн

35 страница из 120

No había pensado en que para recoger a alguien se necesita un vehículo y que eso significa que Finnsabe conducir. Cuando bajo los escalones del porche, me encuentro con una camioneta negra aparcada frente al edificio. Parece que va a caerse a pedazos. La pintura está desgastada y, en un lateral, el logo de 3 A. M. destaca en letras mayúsculas de color rojo, rodeado de notas musicales. Es tan poco discreto que no puedo evitar preguntarme si no es un poco peligroso que sus fans sepan que esta camioneta pertenece a su banda favorita.

Alguien abre la puerta del copiloto desde dentro, sacándome de mis pensamientos. Finn está sentado frente al volante. Lleva unos vaqueros, una camiseta con un logo en el pecho y unas gafas de sol. Me hace un gesto con la cabeza para invitarme a entrar.

—Súbete a mi Volvo, nena.

Esto no va a salir bien.

La camioneta es bastante alta, de forma que tengo que impulsarme para alcanzar el asiento. Cuando compruebo que estamos solos, se me escapa un suspiro de alivio que Finn no pasa por alto. Agarra con fuerza el volante. Me pongo el cinturón y me dedico a rehuir su mirada mientras espero a que arranquemos, pero no enciende el motor.

Правообладателям