Читать книгу El secreto de la tierra y los primeros dioses онлайн

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Los visitantes del palacio permanecieron expectantes ante el combate que se avecinaba. Los entendidos en materia de formación miliar consideraban a Seth el sucesor del general. No obstante, el resto del público lo percibía como una batalla que era emocionante solo por el contexto en que se había presentado. Buena comida y un buen duelo de espadas, ¿qué más podían pedir?

Al avanzar un par de pasos, el rey pidió a Dire que se acercara antes de llegar al centro del salón. Una vez junto al soberano, escuchó estas palabras susurradas en su oído:

—Si pierdes, irás al paso de Alba a matar lobos. Ambos sabemos que ni siquiera tú regresarías con vida.

Los guardias formaron un perímetro y dejaron en el interior al joven capitán y a su maestro. Tras la señal de “¡Vamos!”, Seth se lanzó sobre Dire, igual que un animal salvaje lo hace con su presa. Golpes de espada caían sobre el general de lado a lado; sin embargo, contraatacó con la misma rapidez, mientras Seth esquivaba y ganaba espacio entre ambos con movimientos acrobáticos.

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