Читать книгу El precio de la democracia онлайн

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Señalemos, no obstante, que, aunque pueda sorprendernos que tan pocos italianos se beneficien con ese sistema, en realidad —y he ahí su hipocresía— no está hecho para que la mayoría de los italianos lo utilice. Está hecho para una ínfima minoría. De hecho, al momento de instaurarlo, el Estado fijó un límite para el monto total que el mismo Estado puede asignar cada año a los partidos.39 ¡Y, en 2015, el monto total canalizado por los contribuyentes italianos (12.4 millones de euros) sobrepasó el límite establecido por la ley (9.6 millones de euros)! Este límite es hoy de 25.1 millones. Ahora bien, 25.1 millones de euros, distribuidos entre 40.7 millones de italianos, sólo dan 0.62 euros por persona. Esto, en proporción al impuesto sobre la renta, no equivale a dos milésimas partes, sino a 0.136 milésimas…

La verdad es que ese sistema fue concebido para una minoría. Para ver mejor esto, podemos calcular cuál sería su costo en el caso contrario. El monto total del impuesto sobre la renta que pagan hoy los italianos en su conjunto asciende a 183203 millones de euros. Así pues, si todos utilizaran el “2 por mil”, el gasto total del Estado sería de alrededor de 370 millones de euros al año, es decir, ¡más de 15 veces el límite establecido por la ley! Eso equivaldría a nueve euros por ciudadano. Y eso sólo es una parte del financiamiento público de la vida política, pues falta añadir el gasto fiscal ligado a las donaciones a partidos.

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