Читать книгу Crema volteada онлайн

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Personalmente, me sirve recordar la familia que tuve, las escuelas e institutos que me dieron la educación recibida, los sistemas médicos que me cuidaron y repararon, la nación en la que nací, con el estado y su seguridad, y las facilidades que tuve y tengo para comprar y vender, la lengua y las tradiciones que me formaron, que hablo y que me regalaron su sensibilidad. Estaban antes de nosotras. Nos hicimos libres, con capacidad de responder por nuestras acciones, a medida que nos sumíamos en esas redes de dependencia.

La pandemia con sus interrupciones las hacen visibles. Me permiten observar lo artificioso que es el mito individualista. Antes de tú y yo, hay un nosotras heredado. Que (ya) convivimos antes de hacer transacciones y obedecer la ley. Que estamos relacionadas, emocionadas y prejuiciadas; ya moldeadas. Todo lo que somos, podemos ser e imaginar proviene de ahí. Nos permite todo, nos obliga a todo. Genera lo visible, esconde las cegueras.

Pude importar tenerlo presente hoy, cuando hablamos de rehacer por completo el contrato social entre las chilenas para reinventar Chile.


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