Читать книгу Crema volteada онлайн
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Una narrativa matriz democrática neoliberal nos cogió a todos, cegándonos: derecha, tercera vía concertacionista, empresarios, capas medias exitosas… El discurso económico neoclásico, con su consigna de mercados en todas partes, se convirtió en la ciencia madre de todas las conversaciones oficiales en la academia, el servicio público, los medios de comunicación, los directorios y agrupaciones empresariales. Lo que este discurso no está diseñado para ver, simplemente dejó de existir, como la desigualdad, la concentración del capital, el trabajo precario... La estabilidad macroeconómica y el crecimiento se instalaron como los nuevos dioses. ¿Hay que regular aquí y allá, hacer justes, redistribuir? Para eso está la democracia, las leyes, las reglas. No había de qué preocuparse.
Pero entre las relaciones mediadas por la ley y las transaccionales está la vida propiamente social: la convivencia cotidiana, la familia, la amistad, las asociaciones libres, la religión, la localidad, la Nación. ¡Una gran zona ciega! Es terrible la destrucción que el orden burocrático mercantil provoca en este universo. ¡Tierra arrasada! La solidaridad y la pertenencia sustituidas por relaciones instrumentales burocráticas. Y donde el nosotros desaparece tragado por las transacciones y las leyes, nadie sabe bien quien es, salvo un rol en algún engranaje. La vida se vuelve ingrata, pierde sentido. La existencia parece debernos algo. Vivir da rabia.