Читать книгу Crema volteada онлайн
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Pero la protección contra la incertidumbre la exigen ahora los empresarios. Es necesario que se estabilice el mundo, advierten, dirigiéndose al parecer a la “clase política”. ¿Qué necesitan? ¿Planes que fijen el futuro, que lo calculen y lo calen? ¿Qué piden? ¿Qué les aseguren estabilidad para calcucalar?
Suponía yo –ingenuo de nuevo– que la principal justificación social del rol empresarial y la práctica de emprender es precisamente en tanto que navegantes hacia un futuro incierto; no principalmente como administradores eficientes de lo que está ahí, disponible, calado y cierto. Como navegantes de la incertidumbre juegan los empresarios un rol histórico progresivo, creando nuevas posibilidades históricas para todos. Desde Magallanes hasta Jobs y Musk, pasando por Pasteur, Edison y Ford. Si lo hacen, pueden ganar fortunas, si no, pierden lo suyo. Viven en la incertidumbre. Parten de la base de que, en ausencia de incerteza, o procurando eliminarla, no hay posibilidad de crear algo nuevo, la historia se queda pegada en el pasado.