Читать книгу Nuestra asignatura pendiente онлайн

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Había llegado mayo y, con ese mes, las vacaciones del tercer trimestre. Kyle se fue de viaje a Brighton con su familia. Tenía muchos amigos allí porque iba todos los veranos y siempre que tenía vacaciones; además de tener a sus primos ahí. Fueron ellos quienes lo llevaron a esa fiesta en la playa.

Esa noche solo había imperado la irresponsabilidad: varios cubatas de más, música, el estado de euforia que llevó al grupo a meterse en el mar, así como las risas junto a la hoguera para paliar el frío. Al ver que Kyle tiritaba, se le acercó una chica un par de años mayor que, con la sensual promesa de hacerlo entrar en calor, lo alejó del grupo. La excitación le hizo perder la cordura, que ya se encontraba bastante nublada por culpa del alcohol, y, sin oponer demasiada resistencia, Kyle se entregó al placer del momento.

El resultado de la ecuación estaba cantado: nueve meses después, Kyle era padre de un bebé precioso, la luz de sus ojos y único consuelo que le había dado su locura juvenil, porque había perdido a Emily y cualquier posibilidad de tener una relación con ella.

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