Читать книгу Nuestra asignatura pendiente онлайн

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—¿Así es cómo el libro llegó a tus manos? —quiso saber la escritora.

—Pues sí —confirmó él—. Bethany lo leía con tanto entusiasmo que le pregunté de qué iba. Ni te imaginas lo que sentí cuando leyó mi historia… nuestra historia. Creía que el corazón se me iba a salir del pecho.

Emily miró hacia abajo, suspiró y, poco después, alzó la cabeza para sostenerle la mirada. Mentiría si dijera que no le afectaba su presencia. Aunque lejanos, habían compartido muchos años que la habían marcado profundamente, para bien y para mal; habían dejado huella en el alma y contribuido a convertirla en la persona que era.

—No me sorprendí al descubrir que te habías convertido en una escritora de éxito, de hecho, me alegré muchísimo. ¡Naciste con el talento de crear otros mundos! ¿Cómo olvidar que, cuando éramos pequeños, me hablabas de personajes que vivían en tu cabeza, de hadas y duendes, de universos fantásticos…? Con el tiempo dejaste de hacerlo, aunque intuyo que nunca dejaste de crear.

—Intuyes bien. Desde que tengo uso de razón, mi cabeza siempre ha sido un hervidero de historias que convivían con la realidad, aunque no siempre me he animado a compartirlas con los demás. Un poco de locos, si lo piensas bien —bromeó.

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