Читать книгу Transpersonalismo y decolonialidad. Espiritualidad, chamanismo y modernidad онлайн

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La combinación de una observación empírica y una conciencia consustanciada con el medio ambiente (ecología profunda) ha generado que muchas culturas africanas imiten en sus formas socioculturales, de forma intuitiva tanto como perfectamente consciente, los patrones fractales de la naturaleza. Así, el matemático Ron Eglash ha descubierto diseños arquitectónicos que usan el proceso recursivo de algoritmos fractales en patrones de asentamiento y en otra amplia variedad de diseños intencionales (talla, peinados, trabajo en metal, pintura, textiles), sistemas cuantitativos africanos (progresión aditiva, duplicación de secuencias, recursividad binaria) y sistemas simbólicos (actividades religiosas, adivinatorias, etc., a través de símbolos icónicos para bucles de retroalimentación, espirales equiangulares, infinito, etc.). En la naturaleza encontramos geometría fractal en los árboles, sus ramas y sus hojas. Otros ejemplos son las nubes, las cadenas montañosas, el sistema circulatorio, las líneas costeras, los copos de nieve, el ADN, las algas, los cristales, los cuernos de las cabras montés, las olas marinas, los ananás, las proteínas, la flor del girasol, las redes fluviales, los relámpagos, el ritmo cardíaco, los vasos sanguíneos y pulmonares, etc. Cuando los europeos llegaron por primera vez a África, consideraron que la arquitectura era muy desorganizada y, por lo tanto, primitiva. Nunca se les ocurrió que los africanos podrían haber estado utilizando una forma de matemática que ellos aún no habían descubierto (Eglash, 1999: 20-38). Si bien pareciera que este “fenómeno africano” no parece ser hallado con asiduidad en culturas americanas –más inclinadas, al parecer, a la geometría euclideana–, la excepción quizá la tengamos en el famoso arte kwakiutl y sobre todo en los bordados shipibo-konibo, cuyos patrones recursivos recuerdan mucho a la curva de Koch, que sabemos eran confeccionados tradicionalmente por mujeres en cuyos ojos se colocaban gotas de una planta, el piri-piri, y cantaban icaros simultáneamente. El chamán shipibo luego usa la tela bordada para las ceremonias de curación de ayahuasca donde sus propios cantos forman sinestésicamente en sus visiones estos mismos patrones geométricos para reequilibrar el cuerpo del paciente. Se han comparado dichos patrones con las antenas y rectenas fractales, que usan la repetición de un motivo en dos o más tamaños de escala (“iteraciones”), y tienen aplicaciones útiles en comunicaciones de teléfonos celulares y microondas.5

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